En las tablas de composición de alimentos que emplea el programa DIAL, el contenido energético de los alimentos se calcula a partir del contenido en proteína, grasa, hidratos de carbono disponibles, fibra dietética y alcohol empleando los correspondientes factores propuestos por la FAO.
Esta es una de las principales diferencias con otras tablas de composición de alimentos publicadas hasta el momento, en que solo se tenía en cuenta el contenido de proteína, grasa, hidratos de carbono y alcohol para calcular la energía de los alimentos, y no se consideraba la fibra u otros componentes.
Este procedimiento para calcular la energía de los alimentos no debe confundirse con el que se sigue en el etiquetado de alimentos (regulado por la legislación), que no considera la fibra y si los ácidos orgánicos disponibles. Por supuesto, este tipo de normativa es de aplicación en cuanto a etiquetado de alimentos, y no es obligatoria en lo concerniente a tablas de composición de alimentos.
Esta diferente forma de cálculo de la energía puede justificar, entre otras causas, las diferencias entre contenido energético de un alimento según su etiquetado y el que aparece en las tablas.
De ninguna manera debe calcularse la energía de un alimento teniendo en cuenta al mismo tiempo la fibra y los ácidos orgánicos, puesto que eso supone contabilizar un mismo aspecto dos veces en el cálculo de la energía.